martes, 29 de junio de 2010

Ánima Capítulo 3


Charlotte me cuenta cómo murió hace mucho tiempo. Su tío ansiaba poder, y muertos los padres de Charlotte, el único obstáculo que le quedaba era Charlotte misma. Quería el poder familiar, el poder al cual no pudo llegar por haber nacido después del padre de Charlotte. Vio el momento perfecto el día del cumpleaños de Charlotte, le echó veneno en la taza del té mientras celebraba una fiesta de lo más normal, y murió sola sin saber quién era su asesino.
Después, gracias al poder que se le otorgó en su mundo, pudo comprender que fue su tío. Y el odio que generó ella misma, la ató aún más a su mundo.
Siento lástima por Charlotte. Lástima porque no ha sabido olvidar su pasado como he hecho yo, lástima porque sigue atada al último recuerdo de su vida, el cual es ella bebiendo té.
Repentinamente, el mismo espejo que me hizo pasar de un mundo a otro aparece justo detrás de Charlotte, una Charlotte que parece ensimismada en sus pensamientos. Dejo la taza que había cogido anteriormente en la mesa, me levanto con delicadeza. Al fin, llamo la atención de la antigua noble quien comprende lo que quiere decir mi mirada.
Todo el tiempo que lleva aquí la ha hecho una joven sabia, por eso no va a detenerme ni a suplicarme que me quede a su lado. Sabe que debo irme y por eso me encuentro tocando el espejo mientras sonrío a Charlotte.
Y antes de que el espejo me trague por completo, consigo decirle a Charlotte:
-Sé fuerte, como nunca yo lo seré.
Y Charlotte deja la taza y su mundo se vuelve blanco.
De nuevo, tengo que abrir los ojos para saber donde me encuentro esta vez. No siento el peso del niño que está encima mía, algo normal ya que ambos estamos muertos y tomamos nuestras anteriores formas para al menos ser visibles.
El espejo ha desaparecido, ¿qué he de hacer ahí?
Sigo desconociendo mi verdadera misión. Mi verdadero motivo por el cual seguir viajando de un mundo a otro.
El chico que está durmiendo encima mía habrá muerto a la misma edad que yo. Sus rasgos son algo más infantiles que los míos ya que las chicas siempre nos hemos desarrollado antes que ellos. Su cabello se compone de unos rizos negros y desordenados. Duerme plácidamente y justo cuando voy a tocarle, abre los ojos de una forma que da miedo.
Son rojos.
Me levanto con miedo. En sus mundos, un ánima puede hacer sentir a la otra lo que desee. Mis brazos y piernas tiemblan mientras que el chico se me acerca más y más.
-Dame tu poder Eirene. Necesito buscarle…

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Y con esto doy concluida mi entrada nº 150 xDDD Oeoeoeoeoe, que máquinaaarl xD

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ay, qué putaso el crío. Qué susto. D: xDDDDDDDDDDDD

Mola, mola, caracola. êwê