sábado, 19 de noviembre de 2011

Eppur si muove




"Eppur si muove" Es lo que en teoría dijo Galileo Galilei cuando la Iglesia lo condenó a permanecer confinado en su propia casa durante el resto de su vida, sin contacto alguno con el exterior. No se sabe realmente si su famosa frase "y sin embargo se mueve" se recitó tras leer su abjuración ante la Inquisición. Lo que sí se sabe con certeza es la condena de la Iglesia y lo que supuso para nuestro mundo Occidental. No fue un hecho trágico, he de decirlo. Tengo una teoría. Pienso que la Iglesia no sabe perdonar, algo muy hipócrita por su parte puesto que ella es la primera que nos dice que debemos perdonar a los que nos hacen daño.



Desde siempre, hemos conocido los castigos que han sufrido los seguidos de Jesús (el principio de la religión católica) en aquellos tiempos donde el Imperio Romano dominaba Europa. En cuanto el emperador Constantino aceptó esta religión, el poder que comenzó a adquirir la Iglesia fue imparable. Poco a poco, se iba comiendo las otras ideologías que existían en ese tiempo hasta que ella se proclamó la única verdadera, la única aceptada.



Entramos en la Edad Media, la cual se le conoce donde en vez de avanzar, dimos unos cuantos pasos hacia atrás. ¿Por qué? Está claro por la Iglesia y su ideología tan conservadora. Había que acatar su manera de pensar o sino, la Inquisición ya estaba tocando a tu puerta para condenarte por brujo/a. Muchos pensadores, filósofos, científicos, todas aquellas personas que de alguna manera eran expertos en sus campos y podrían haber revolucionado el pensamiento fueron borrados gracias a la influencia de la Iglesia. Tal y como he dicho antes, la Iglesia no sabe perdonar. En cuanto llegó al poder absoluto, no fue en contra de aquellos que les persiguieron en el pasado, sino en contra de aquellos que podían derrocarles, tal y como hizo la Iglesia en su día con las religiones existentes en el Imperio Romano. La Iglesia siempre se ha rodeado de aquellos que le daban su apoyo (engañados por supuesto, puesto que la religión es una invención del hombre) a lo largo de la historia, aquellos con mucha influencia (podéis observar la Historia de España por ejemplo). Y si les das tierras y dinero, mucho mejor (menos mal que no deben rodearse de riquezas y ser humildes).



Me parece gracioso todo lo que predican los curas, y sobre todo, el máximo representante de la Iglesia, el Papa. Quizás, el único que me ha llegado a caer bien haya sido Juan Pablo II, quien intentó revolucionar de algún modo la manera de pensar de la religión católica. A la llegada de Benedicto XVI yo misma me pregunté: ¿de qué va ese hombre? No sé como explicarme, no odio a ese hombre (está claro, no soy tan anticlerical), simplemente se contradice mucho. Ése es, por supuesto, uno de los rasgos de la religión católica: la contradicción.



Me da coraje como científica ver como la Iglesia le ha puesto pegas a la física, a la química, a la biología, a todas la ciencias en general. Ha saboteado durante muchos años todo ésto, la gente lo sabe, sabe además todas las atrocidades que ha cometido y por las que no se han pedido perdón (yo aún sigo algo confusa por el apoyo de la Iglesia a la dictadura franquista), aún así, la gente acude como borregos a la iglesia. Y tampoco he hablado de la misogínia... Otro tema de la Iglesia que me calienta bastante, pero no quiero hablar de ello, puesto que todas las culturas han discriminado a la mujer de un modo u otro.



Debo dejar claro, ante todo, que me parece muy bien que se tenga fe, por supuesto. He de decir, que he conocido a curas verdaderos, pero son éso, sólo curas. Todos los religiosos que están en altos cargos están ahí por la influencia, no por expandir la palabra de "Dios". Hace mucho tiempo que me di cuenta de ésto y fue entonces cuando perdí la fe en la religión (en cualquiera). Lo he mencionado antes, pero no le he dado mucha importancia: la religión es una invención del hombre ante el miedo a lo desconocido. Yo os invito a no tener miedo, a ser curiosos y a preocuparse por el origen de las cosas. Y si no sentís curiosidad, entonces, no tengáis miedo. Dios no está ahí arriba, sino la valentía de nuestros corazones: nuestra humanidad.


Quizá Galileo lo dijo, o quizás no, pero ese "y sin embargo se mueve" fue un comienzo, un comienzo para el desarrollo de la ciencia y su lucha contra la Iglesia. Porque el Sol no giraba alrededor de la Tierra chicos...