domingo, 27 de diciembre de 2009

Otro favor cualquiera parte 3

En la próxima entrada prometo poner Historias de Ewal, pero ahora toca dejar un retoque que he hecho a una página del One-Shot "Apple" de Komi Naoshi... A ver que os parece xDDD

http://img46.imageshack.us/img46/7397/52146416.jpg

Y aquí os dejo con otro favor cualquiera!!! Que por cierto hace ya un tiempo que me puse a escribirlo y lo acabé! Hooray!!!

Fuimos al día siguiente. Elizabeth ya no iba con las pintas de una prostituta, sino con una ropa de mujer normal que le había conseguido yo con unos cuantos ahorros. La mansión era enorme y los jardines espectaculares. La primera reacción que tuve era que la Sra “Flower” quería matar a su marido por su riqueza. Tocamos al timbre y nos atendieron enseguida. Era una muchacha bastante joven como la que me atendió antes de conocer finalmente a Elizabeth.
Nos llevó a la parte de atrás de la mansión ya que nos iban a hacer la entrevista. Gracias a mis contactos supe que estaban falta de servicio. Le lancé una mirada amable a Elizabeth ya que parecía estar en otro mundo observando todo aquéllo, ella no me respondió y me asusté en un principio.
La chica que nos abrió, de repente vino acompañada por una mujer de asombrosa belleza. La miré con la boca entre abierta, podría compararse con Elizabeth, pero brillaba con luz propia. Sus cabellos rizados rubios, sus ojos azules perlados, su cara de muñeca de porcelana. No sabría decir exactamente su edad, pero joven era. Y por lo que me constaba, el Sr Williams era bastante mayor. Las ropas que vestía le favorecían mucho, tanto que triplicaba su belleza.
Sonrió de una manera que no comprendí y después dijo:
-Contratados, pero primero debéis decirme algo de vosotros.
Giré rápidamente la cabeza hacia Elizabeth quien estaba cruzada de brazo, aquéllo me hizo pensar que quería que fuera yo quien hablase.
-Pues mi nombre es Jack y ella es mi hermana Emma, somos dos huérfanos que nos hemos tenido que ganar la vida a nuestra manera... -mi versión era muy creíble ya que nuestras ropas no eran las mejores del mundo.
-De acuerdo, ¿Emma sabes cocinar? -Elizabeth negó con la cabeza- Entonces te encargaras de la limpieza de esta mansión y tú, Jack serás el ayudante del mayordomo.
Nos levantamos enseguida e hicimos una reverencia en modo de agradecimiento. Ya habíamos conseguido lo fácil, y era infiltrarse en la mansión ahora faltaba conocer los verdaderos propósitos de “Flower”.
La jovencita que nos había abierto la puerta, nos condujo hacía lo que serían nuestras habitaciones. Al parecer al creer que éramos hermanos nos pusieron en la misma habitación. Más problemas encima de mi espalda, ¿cómo lo haríamos para dormir? Sólo había una cama y una sala para poder cambiarse. Suspiré al cerrarnos la puerta tras nosotros.
Elizabeth me sonrió divertida, y después se sentó encima de la cama. Tras quitarse con elegancia sus zapatos se puso en una pose atrevida y me preguntó:
-¿Por dónde comenzamos “hermanito?
-No te rías “Emma”, todo es una tapadera...
-Lo que tú digas “Jack”.
La habitación no era del otro mundo, al menos estaríamos en buenas condiciones. El Sr Williams sabía encargarse de sus sirvientes, ¿entonces por qué querría su mujer matarle? Estuve pensativo la mayor parte del tiempo sin decir palabra a Elizabeth. Ella me miraba con aspecto interrogante, quería saber que me traía por mi cabeza. Me coloqué de nuevo, ya que estaba apoyado en la pared y dije:
-Será mejor comenzar con nuestro trabajo lo antes posible, ¿no Emma? Los problemas de intimidad los dejaremos para la noche...
Mientras que Elizabeth era enseñada por la cocinera para saber fregar los platos, mi trabajo consistía en abrir la puerta principal de la mansión o ayudar a algunas de las sirvientas.
No sabía muy bien por que, pero la “señora” la mansión siempre pasaba por mi zona de trabajo y me sonreía como con curiosidad. Yo, por el bien de mi cuartada, la saludaba con elegancia y con una sonrisa fingida. Parecía que se hubiese maquillado para sólo venir a verme. Me toqué la barbilla recién afeitada, las mujeres eran tan complicadas...
-Menudo día... Casi rompo dos platos de porcelana -soltó Elizabeh mientras se sentaba en la cama y se quitaba el uniforme.
-Yo casi me caigo de boca al pisar la alfombra.
-¿Y tú eres un asesino a sueldo? -dijo ella con aspecto divertido.
Suspiré y asentí con elegancia. La verdad era que en mi trabajo era mucho más cauto y sigiloso de lo que en verdad parecía ser.
Dejé la chaqueta negra en mi armario, y entonces, los suaves brazos de Elizabeth me abrazaron. Colocó su cabeza en mi hombro, y sentí como su dulce pelo me hacía cosquillas en el cuello. Acaricié sus manos. Ahora que lo pensaba, no sabía nada sobre aquella mujer. ¿Cómo había sido su vida como para haberse metido en la postitución? No quería preguntarle, temía que su pasado fuese tan duro como para no querer recordarlo. Sólo quería tener esos momentos con ella.
-Ten cuidado con la mujer de la casa Egbert -me susurró al oído misteriosamente.
-¿Cómo?
Elzabeth rompió el abrazo y mi mente pensaba en esa última oración dicha por ella. Se cambió de ropa mientras yo estaba de espaldas contra ella. Nos fuimos a nuestras camas y descansamos de ese primer día de trabajo.




Espero que me podáis perdonar por actualizar por doble y porque la parte 3 sea tan corta xD

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