sábado, 15 de septiembre de 2012

Universidad - Primeros tres días

Bueno, sí, se me pasó por completo pero... ¡sigo aquí! ¡Vivita y coleando! Y tal y como prometí, regreso al blog tras un descansillo del verano para... no sé, hablar sobre mi vida, porque esa es la temática de este blog (hay que ser sinceros, ¿no?).

Comencemos por el principio y dejémonos de flashbacks... El martes día 12 mis padres me llevaron en coche a Burjassot (ciudad periférica de Valencia, capital city de mi comunidad autónoma e_e) y me abandonaron de la manera más rastrera en la residencia donde pasaría el resto de mi curso académico (quizás haya exagerado un poco...). ¿Mi habitación? Pues es un espacio cuadrado, de paredes blancas, con dos armarios y ventana que da exactamente a la calle (ya hablaré de este dato en concreto), una cama, una gran mesa y varias estanterías que esperan ser llenadas de libros. Llegué poco antes de la cena, por lo que tuve que bajar (la residencia es una pequeña casa de tres pisos y muchas habitaciones, yo estoy en el tercer piso) y allí conocí al resto de integrantes y compañeros míos durante el curso. Éramos solamente cuatro, durante el resto de días llegarían los demás (vamos, de momento somos seis a no ser que este fin de semana hayan llegado nuevos). En la cena conocí al Arquitecto (vecino de piso, su habitación está al lado mía), al Físico alicantino (compañero mío de clase y de muchas paridas a partir de ahora) y el Farmacéutico. Allí nos presentamos y el Arquitecto, que lleva tres años en Burjassot aunque es de Teruel, nos da un par de consejos al Físico y a mí, para después ir a la cama.

Comienza el primer día... Presentación del curso. El Físico y yo nos dirigimos al campus y después a la facultad. ¿Qué decir? El interior se parece DEMASIADO al instituto (ya haré fotos), pero aún así el ambiente es completamente distinto. Allí conocí a varias personas gracias a mi espontaneidad (menos flores) y después nos internamos en la que sería nuestra clase común durante todo el curso. Decana, coordinadores, vicedecano... Muchas charlas, demasiada información. Nos presentan a nuestros mentores (estudiantes de cursos superiores de la misma carrera que nos guiarán durante todo el año, hay un mentor por cinco estudiantes) y así conozco a otros tres chavales. El mentor nos habla un poco de las asignaturas, de los profesores y nos aconseja sobre qué debemos hacer y qué no. Nos enseña el campus, dónde está la cooperativa de libros, el observatorio *-*, el edificio de investigación y un poco de nuestra facultad (que consta de dos bloques). Después acudimos a la biblioteca de ciencias, dónde nos dan una charla de dos horas (sí, dos horas ahí sentados, horrible) y nos explican del funcionamiento de esta y más sobre la página web... Total, que llegamos el Físico y yo cansados tras la larga mañana, liados con tanta información y yo con dolor de cabeza. ¿El resto del día? Bastante tranquilo, comida buena, llegada de los demás compañeros a la residencia (se nos unen la Fisioterapeuta y otro Farmacéutico, pero este es de Dènia). ¿Por la noche? Llorarera impresionante, muy, muy triste, pero bueno... La cuestión es adaptarse a esta nueva vida...

El segundo y tercer día fue el comienzo de las clases. Presentación de asignaturas y los susodichos profesores (el primer día llegamos tarde a Química, que risa xD, y además ya le hemos cogido manía a uno). ¿Qué más? El último día, el viernes fue simplemente ÉPICO, porque creo que ya sé con quién juntarme (dos chicos muy majos, sin contar con el Físico, claro ^^). Y... con miedo, mucho miedo porque de momento no hemos empezado fuerte y no sé qué retos me van a plantear (sobre todo Informática, que he visto los apuntes y no me suena todo a chino, ni siquiera a japonés). Los fines de semana estaré en mi casa hasta que decida que ya tengo ambiente en Burjassot... ¿Qué más? Intentaré informaros sobre los eventos, las cosas que haga y demás. ¡Sigo viva! ¡Con ganas de aprender física!

Soy universitaria~

PD Próximamente fotos, lo prometo~

domingo, 22 de julio de 2012

The Dark Knight Rises [Contiene spoilers!!]



El Caballero Oscuro: La Leyenda Renace es la última película de la trilogía de El Caballero Oscuro, dirigida por Christopher Nolan. Antes de realizar esta crítica, me gustaría dejar claras varias cosas. Si bien a mí las críticas me gusta hacerlas desde un punto de vista casi objetivo, con esta película me resultará imposible. ¿Por qué? Pues bien, amo a Christopher Nolan desde que vi El Truco Final y Origen, así pues no le puedo sacar trabas a sus películas (unas cuantas sí, pero no muchas). Así que lo siento si alabo demasiado esta película o incluso hago que vomitéis arcoiris xD

¿De qué trata The Dark Knight Rises? Tras lo sucedido en The Dark Knight, Batman está en busca y captura ya que asumió los asesinatos de Harvey Dent para que así Gotham siguiera teniendo a un héroe "real". Así pues, Bruce Wayne vive encerrado en su mansión remodelada durante estos ocho años. Completamente demacrado, observa como Gotham vive esa próspera época de paz. Gordon por ejemplo sigue sumido en los remordimientos por lo sucedido por Batman. Entonces... lentamente, va apareciendo Bane, un mercenario con unos objetivos que se van esclareciendo a lo largo de la película.

En sí, a mí lo que más me gustó fue la estructura de la película: introducción, nudo y desenlace. Opino que para este tipo de películas tan "complicadas" es muy importante, y aquí Nolan lo ha hecho perfecto. ¿La decoración? Perfecta. ¿El guión? Sublime, con ese tono irónico que tanta gracia me hace. ¿Los personajes? Bien, aquí cabe añadir que yo no leí nunca los cómics de Batman, por lo que no puedo decir si Catwoman era lo que me esperaba, al igual que Bane. Aún así, debo decir que Catwoman tiene una buena base psicológica (una mala malosa que lo único que busca es su ficha limpia, cosa que consigue al final), mientras que por otro lado Bane parece el típico matón que solo busca su beneficio y que en verdad lo único que quiere hacer es proteger y satisfacer a la persona que ama. Quizás en los cómics Bane no hablase tanto, pero digo yo... mientras que el cambio sea aceptable, ¿qué más da? Luego por otro lado el tercer enemigo de Batman, tahcnanananana, LA HIJA DE RASH AL GHUL. Sí señores, yo había leído que tenía una hija y cuando en la película sugerían que Bane era su hijo, me dejó bastante trastocada, dudosa incluso, pero cuando el personaje de Marion Cotillard se desvela... Todo perfecto. ¿Uno de los pocos fallos que encontré? Pues bien, la poca importancia que se le dio a Tahlia, y la muerte tan... ¿triste? de Bane. Digo yo, ha estado dando guerra durante toda la película y se lo carga Catwoman con la moto de Batman. Really???

Hablando de los personajes buenos o aliados de Batman... Catwoman, que al final se hace buena, estupenda cuando decide quedarse en Batman (y cuando lo besa). El comisario Gordon, con esa doble moral tan extraña pero siempre intentando proteger a Gotham. Me impresiona ese personaje, siempre luchando incluso cuando le disparan. Después está el personaje de Joseph Gordon-Levitt, John Blake, alias Robin y futuro Batman... Bien, había leído rumores de que su personaje sería exactamente ese y por ese motivo me chafó un poco la sorpresa. Y bueno, como no, su personaje fue espléndido sin doble moral ni hostias. Y por último quise dejar a Alfred. Alfred, Alfred... ¿Cómo no evitar llorar cuando estaba delante de la tumba de Bruce? Él siempre le ayudó porque esperaba que su casi-hijo fuera feliz, que tuviera una vida normal. Por ese mismo motivo, lloré de alegría con el final, allí, en Florencia, alza la vista y se encuentra on Bruce junto a una persona que ama...

Opino que no es necesario hablar de Bruce Wayne/Batman... Christian Bale hace un estupendo trabajo, tanto físicamente como psicológicamente. ¿Algo más?

Como bien dicen, en esta película ocurre la muerte de Batman. La muerte de Batman para Bruce Wayne, pero Batman sigue vivo, siempre pendiente de Gotham. ¿Qué nota le puedo dar a esta película? Un sobresaliente alto, porque debido a sus tres largas horas... para nada es una película pesada, muy ligera, siempre en constante movimiento.

viernes, 20 de julio de 2012

El futuro (pare 2)

¡HE ENTRADO EN FÍSICA! NI YO MISMA ME LO CREO. SAJHKFGBFDHGF
Bueno, como siempre, estoy pensando cosas nuevas para el blog, para hacerlo crecer, para que la gente se interese por él y que me lea... Así que he estado pensando colgar mi experiencia en la universidad, hablar de donde viviré, donde daré clase y toda la gente que conoceré. ¿Os parece bien?
¡Ah sí! Mañana voy a ver Batman, así que esperad por mi parte una buena crítica el día 22 e_e (domingo).
Esta es una entrada corta, ¡nos vemos!

sábado, 30 de junio de 2012

El futuro

Muchos lectores, muchos conocidos y compañeros míos se encuentran en la misma travesía que yo. Habiendo acabado PAU, habiendo recibido las respectivas notas se nos presenta un hecho irremediable, del cual no podemos huir: el futuro. No sé si a vosotros os ha pasado, pero yo no paro de tener la misma sensación una y otra vez...

Siempre me han preguntado que quería estudiar, y yo respondía con mi voz estridente: "¡Física! ¡Y me voy a ir a Valencia!" Realmente era fácil decirlo puesto que faltaban meses y meses para que ese "deseo" (por llamarlo de alguna manera) se hiciera realidad. Y ahora, habiendo entregado ya la preinscripción, me he topado de frente con esa realidad. Estoy a un pie de la universidad. No sé si entraré en física, en química, o en cualquiera de las ocho carreras que he elegido, pero ahí está esa realidad. Era raro, en la PAU ni me lo planteaba. Estaba ahí, en la universidad de Alicante, concentrada en hacer lo mejor posible el examen (la verdad es que poco repasé esos días, llevaba los apuntes como meros acompañantes). Pero ahora que tengo un montón de tiempo libre, me he dado cuenta. Debo decir adiós a esos sueños, a esas bromas que decía, porque la realidad está. Muchos de nosotros nos enfrentamos a una gran decisión, ¿qué es lo que tengo que estudiar?, ¿estoy eligiendo correctamente?, ¿quiero separarme de mis compañeros?

En mi caso, tengo la respuesta bien clara (o al menos eso creo): quiero estudiar lo que me guste, me da lo mismo si después no entro en la bolsa de trabajo o chorradas de esas. ¿Estoy eligiendo correctamente? Esa respuesta no la tengo tan clara, puesto que estudiar física significa irme a Valencia, vivir allí, separarme de mis padres y de mis amigos. ¿Deseo irme, quiero separarme de mis compañeros? Por una parte sí, porque quiero conocer a gente nueva, nuevos puntos de vista y liberarme de este ambiente opresivo; pero por otro lado no quiero dejar a unos amigos bastante queridos para mí y que dejaría de ver habitualmente debido a mi decisión. Quiero medir mis límites, comprobar de lo que soy capaz. ¿Debería quedarme? Esa es la pregunta que más ronda por mi cabeza. Puesto que si elijo Química, podré quedarme en Alicante, podré vivir con mis padres y sobre todo no dejaré a mi mejor amiga, pero... ¿me arrepentiría después? Sí. Por ese motivo, aunque sé que los primeros meses en Valencia sean muy duros para mí por la separación, por la confusión, estaré orgullosa de mí misma por estar estudiando lo que me fascina.

Por eso os digo amigos míos, aquellos que os encontréis en la misma (o parecida) situación que yo: mirad por vosotros, porque nadie más lo va a hacer. Da lo mismo que dejes atrás a tu familia y a tus amigos del pueblo, harás nuevos amigos, seguirás en contacto con los antiguos, porque ir a la universidad significa en cierto sentido madurar (aunque algunos van a entrar siendo unos verdaderos mañacos). Yo sinceramente espero estar escogiendo correctamente, espero no arrepentirme y disfrutar de los cuatro años que dura el grado y sobre todo aprender.

Gracias por haber leído la entrada de una chica melancólica y que no quiere dejar a su mejor amiga atrás D:

viernes, 15 de junio de 2012

Crónicas de Ewal- El Árbol Milenario (II)



Relid trotaba, trotaba por el bosque dejando llevarse por el viento, por el cantar de los cuervos y por el sonido del agua al caer estrepitosamente contra el suelo. Se encontraba en plena tormenta, pero éso al centauro poco le importaba. Su melena roja como el fuego parecía arder en mitad del agua, sus ojos azules se confundían en aquella noche, parecían dos destellos que se movían y movían. Estaba en la cima de su vida, en pleno éxtasis, y por éso, aceleró el ritmo, llegando a correr a velocidades inhumanas.
Pocas criaturas podían sentir lo que él estaba experimentando en aquellos instantes. Lo disfrutaba al máximo, lo sabía. Estaba feliz, porque había tenido el Sueño. No había sido uno normal, al fin le había llegado el mensaje, su media naranja. Aún así le pareció extraño, puesto que había recibido poca información. Recordaba y recordaba unos cabellos verdes que se confundían con el bosque, estaba cantando, ¿o acaso era el sonido de los árboles? Poco le importaba a Relid, su canción era hermosa.
Había llegado el momento de abandonar su hogar y seguir el camino marcado por el Sueño.

En el otro lado del bosque, Folwas y Hairen estaban cobijándose de la fuerte lluvia por petición del humano. La ninfa estaba acostumbrada a esa fuerza del agua, pero el hombre había insistido tanto que le fue imposible soltar una negativa.
Hairen tocaba los troncos de los árboles, acercaba su oído a ellos y asentía. Escuchaba sus voces, escuchaba sus cantares. Folwas seguía a la ninfa, como había estado haciendo durante los últimos días. Su curiosidad hacia ella había ido en aumento y más cuando se percató de que quizá iba a encontrar objetos preciados durante su viaje. Cuando Hairen hablaba con los árboles, Folwas se apartaba, temiendo que su sola presencia causara interferencias o algo parecido.
Las gotas de lluvia comenzaban a hacer daño a Folwas, quien con su débil cuerpo humano, acostumbraba a estar en lugares con techo cuando sucedían esos fenómenos atmosféricos. Porque él no era un cazarrecompensas corriente.
Puede que por su aspecto no lo pareciera, pero antes de que naciera esa afición suya por la búsqueda de objetos inútiles para la sociedad se encargaba de la economía de un noble, un noble que vivía por el sur, donde todo era hielo. Con una paciencia pocas veces demostrada por los de su raza, Folwas trabajaba y sirvió a aquel noble desde su adolescencia y pronto, su cabeza se acomodó a esos complicados términos, a las complicadas operaciones, a la vida tranquila que poseían los nobles.
Había leído desde pequeño apasionantes novelas de aventuras, pero le aburrían y las leía simplemente para poder mantener conversaciones normales con las bellas jóvenes sirvientas del hogar del noble. Poco a poco, con el paso de los años, consiguió ahorrar un pequeño capital viviendo de forma austera. Se podría decir que Folwas era el segundo hombre más rico de la villa helada. Muchas de aquellas jóvenes sirvientas fueron tras él, tras su pequeña fortuna, sus ahorros.
En la memoria del hombre apareció la imagen de aquella bruja, aquella bruja que le había leído el destino. “Un objeto, dos objetos... Tres objetos. Para cumplir con tu misión necesitarás tres objetos. Necesitarás plasmar todo lo que sabes y más. Necesitarás viajar y aprender. Necesitarás encontrar tu verdadero hogar”. Hacía meses que Folwas no pensaba en aquellas palabras, y desde aquel momento se había dedicado en ir en busca de objetos despreciables, recorriéndose todo el sur y dirigiéndose hacia el norte.
Folwas estornudó por el frío y al fin entró en aquel árbol que les había permitido la entrada. La ninfa lo observó y silbó, silbó una canción que durmió al cazarrecompensas. Poco a poco en su mente se fueron formando palabras, como si en verdad la muchacha estuviera cantando.
Tierra árida, tierra triste.
Tierra con vida, tierra de mi alma.
Me plantaré allí
y moriré contigo.
Cuando Folwas despertó, Hairen ya no se encontraba en el interior del árbol. Estaba fuera, con los brazos extendidos hacia el sol, como si estuviera recibiendo su calor directamente. El hombre la observó maravillado. Con lentitud, Hairen fue adquiriendo una tonalidad cada vez más y más clara, su pelo se asemejaba a las hojas de los árboles y su piel blanquecina parecía haber desaparecido. Ella comenzó a respirar entrecortadamente y volvió a la normalidad.
-Perdona, estaba alimentándome.
Agarró la manta de lana que había adquirido por una estafa y se la enrolló por los hombros, como si de una bufanda se tratara.
-¿Continuamos?
Y los árboles les abrieron el camino hacia ninguna parte, porque después de todo, ellos no tenían idea alguna de su destino. ¿O quizás sí?  
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Sí, parecía que había abandonado el blog, pero ahora que he terminado PAU y tengo un verano por delante, por supuesto que lo voy a retomar!! Espero que disfrutéis con esta segunda parte donde se os presenta a un tercer personaje (ya está formado al trío protagonista). Por otro lado tengo una buena noticia que anunciar (más o menos xD): he ganado el concurso de relatos cortos de la revista de mi instituto... Era la historia de Calles de Londres, y aunque me hace ilusión verla en la revista, me habría hecho más ilusión haber ganado con Conversación entre un caballero y un soldado D: 
¡Saludos!
Espero que todo os vaya igual de bien que a mí :3

miércoles, 25 de abril de 2012

Crónicas de Ewal- El Árbol Milenario (I)



-¿Como que me pide tres monedas de oro por esta manta de lana? -Hairen tocó la tela, áspera, pero suficientemente gruesa como para cobijarla del frío-. Como mucho cuesta una moneda de cobre.


-Nos encontramos en una época extraña, bella joven. La mitad del rebaño de mi hijo desapareció, y la mitad de esa mitad murió debido a una plaga y... -el mercader hizo amago de continuar con sus explicaciones, pero Hairen le indicó con una mano que podía callar.

A regañadientes, Hairen sacó su saquito de monedas para colocar dos de oro sobre la mano del hombre. Antes de que se percatara de la falta de una moneda, Hairen agarró la manta descolorida y salió corriendo del mercado. Pudo escuchar sus maldiciones, pero ella pensó que no se podía estar más maldita de lo que ya estaba.

En aquel pequeño pueblo, el físico de Hairen no pasaba desapercibido. Después de todo, las ninfas no salían nunca del bosque, mandaban a sus sirvientes, los duendecillos, para las cosas que necesitaban. Sus cabellos verdes como la primavera, largos, recogidos en una larga trenza, ondeaban al compás del viento como si bailasen una preciosa danza. Sus ojos violetas, curiosos, observaban cada detalle de su alrededor y cuando se fijaba en un ser, parecía como si reconociera su propia esencia. Sus labios blancos, finos, se confundían con el resto de su piel, también blanca debido a su encerramiento en el bosque, acogida por las múltiples ramas de los árboles. Iba ataviada con telas marrones, que conformaban un traje cómodo y apropiado para el viaje al que se había visto sometida.

Continuó corriendo, como si aquel mercader hubiera decidido perseguirla. Mientras corría, metió aquella áspera manta que tanto la iba a proteger de la fría noche en su bolsa de piel. De la poca atención que estaba prestando, chocó contra algo muy fuerte, tan fuerte, que cayó al suelo de culo. Se percató entonces de que no necesitaba correr, no tenía prisa, había que llevar su viaje con paciencia y por éso, sin decir nada, se levantó y se quitó la arena que se había posado sobre su ropa.

-¿Se encuentra bien, dulce doncella? -el hombre le había tendido la mano, pero se había quedado con las ganas de tocar la suave piel de la ninfa.

-Sí, gracias caballero...

-¿Caballero? De eso nada -negó con la cabeza a la vez que se quitaba su sombrero viejo-. Verá señorita, soy un cazarrecompensas. ¿Le interesaría alguno de los productos que le pueda ofrecer? ¿Quizá un arma para hacer caer las hojas de los árboles? -preguntó mientras sacaba una extraña herramienta de un gran maletín.

-¿Y para qué quiero yo que las hojas caigan de los árboles? Me gustan dónde están... -respondió confusa Hairen.

Aquella pregunta pareció descolocar al cazarrecompensas, quien agachó la cabeza pensativo y guardó su extraño artilugio. Luego, volviéndolo a intentar de nuevo, sacó lo que parecía una lágrima de troll sujetada en un círculo de metal. Lo único que pudo hacer Hairen fue soltar un grito de sorpresa, de entusiasmo. Nunca, ni siquiera en el bosque había visto nada igual.

-¿Te interesa, eh? Lo encontré en un yacimiento al sur... Donde todo es hielo y...

-¿Para qué sirve? -lanzó la pregunta a la vez que observaba el objeto desde distintas posiciones. Hizo amago de tocarlo, pero enseguida, el hombre apartó el extraño objeto.

-Cuidado, cuidado... Verás, con ésto... -se colocó la lágrima de troll delante del ojo y éste repentinamente creció. Su ojo, de un color grisáceo, se veía grande, redondo. Hairen no pudo hacer otra cosa que aplaudir, como si todo fuera un espectáculo-. Puedo ver las cosas más grandes... -el hombre agarró una hoja del suelo y colocó el artilugio sobre él, mostrando todos los seres que habitaban en aquella minúscula hoja-. ¿Ves?

-Pero si quiero ver a esas criaturas, ¿no será mejor agacharme y observarlo por mí misma?

El cazarrecompensas se quedó sin habla de nuevo. La ninfa no se había percatado de ello, pero justo estaba haciendo las preguntas exactas para hacer callar a aquel rufián, ya que esos objetos no tenían valor alguno en la tierra que habitaban. Al ver que aquel humano no iba a seguir entreteniéndola, Hairen continuó con su paso tranquilo pero constante, siguiendo el camino que una extraña marca e su brazo le dictaba.

Pronto, el cazarrecompensas acompañado por la curiosidad, siguió desde lejos a la joven, preguntándose, lanzándose miles de teorías sobre su origen. ¿Acaso era una noble? ¿Una danzarina del lago? Lo desconocía, pero deseaba saberlo, no por atracción hacia ella, sino por su espíritu aventurero, que le impulsaba a explorar los nuevos e inexplorados rincones del mundo. A Hairen no le molestó su presencia, simplemente andaba y andaba hasta que salió de toda civilización y salió al prado sin caminos.

La joven paraba en pocas ocasiones para descansar, parecía impasible ante el calor, ante la luz procedente del cielo. Su apariencia no desmejoraba con el transcurso de los días, no como el cazarrecompensas, quien había descuidado su aspecto. Había veces que se quedaba dormido por la noche y tenía que seguir las huellas de la ninfa, descubrirlas entre la hierba y alcanzarla a grandes zancadas. Pero ninguno de los dos hablaban, ya que en realidad no viajaban juntos.

Pasó una semana y al fin el cazarrecompensas pudo sobrepasar a la ninfa de cabellos verdes. Cansado y entre gotas de sudor, le tendió su callosa mano.

-M-Mi nombre es... es.. Folwas -dijo entre jadeos.

-¿Y qué es lo que quieres?

-M-Me gustaría saber que... adonde te diriges más bien.

-¿Es que acaso tu destino no era el mismo que el mío? -preguntó inocente la ninfa a la vez que se quitaba un mechón verde del rostro.

-Soy un... un aventurero, así que si no te importa, me gustaría... acompañarte en tu viaje... -Folwas retiró la mano al ver que la joven no hacía amago de responderle al gesto.

-¿Tienes oro?

-¿P-Perdona?

-Yo me he quedado con pocos recursos y pronto tendré que comprar nuevos... -explicó con una nueva voz, casi hosca, casi como el temporal que se estaba acercando por la zona sur.

Y así fue el extraño comienzo de la relación de la ninfa Hairen y el cazarrecompensas de nombre Folwas. Pasados diferentes, razas diferentes, ¿un mismo futuro?
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Este es el spin-off de Historias de Ewal del que os hablé unas entradas atrás. No llevo mucho, pero viendo que no tengo mucha inspiración para escribir sobre mi vida o reflexiones, he decidido dejaros este spin-off. Sí, cierto, no colgué Historias de Ewal al completo, pero comprobé primero que los capítulos que subí aquí fuera el número suficiente como para entender el spin-off. De todas maneras, esta historia (como su nombre indica) se puede leer sin haber leído antes nada sobre Ewal.
En esta primera parte del spin-off (sí, serán cortas para hacer la lectura más sencilla y para ver si la gente se anima a leer D:) se presentan dos de los tres protagonistas. Una ninfa de la tierra y un cazarrecompensas de objetos inútiles. ¿apuestas para el tercer integrante de este extraño grupo? ¿Más apuestas para la misión que van a emprender?

sábado, 31 de marzo de 2012

II Salón del Manga de Alicante

Recién llegada del salón y con los recuerdos a flor de piel, comienzo a relataros mi cuarta experiencia en un salón del manga. Ya con tanta experiencia, lo primero que hicimos fue comprar las entradas anticipadas (para evitarnos dos colas: una para comprar la entrada en taquilla y otra para entrar). Dos amigos, mi hermano y yo llegamos a las diez menos veinte a la IFA, encontrándonos con una cola impresionante para entrar. A las diez, más o menos, la cosa comienza a movilizarse y poco a poco vamos llegando a la entrada. Entramos y mi hermano y yo nos dirigimos como gacelas hacia la zona para inscribirse a los talleres. Ala, otra cola enorme (y mal organizada) para inscribirse. Yo quería meterme en un taller de espadas de softcombat, pero cuando llegamos mi hermano y yo, estaba lleno. Bueno, no ocurría nada, porque había un plan B: el taller de Japonés Básico (que la verdad, estuvo fenomenal, algo sencillo con apuntes gratis). Así que nada, me separo de mi hermano, voy al japonés éste y casi a la una soy libre para volver a reunirme con mis amigos.







A partir de aquí, ha sido un caos total. Me he encontrado con mis viejos amigos: los tocianos alicantinos (Sakro, Kanda y Nayi). Me he comprado varias cosillas (películas de anime, un manga, un póster) y he vivido un par de aventurillas con mi amiga Sandra. Además, contra todo pronóstico, he llevado un cartel de "Regalo abrazos" y he llegado a regalar 50 justos. He sido marcada por Pedobear, me he encontrados con dos chicos muy majos que han visto el futuro (diciéndome que iban a sacar una canción de Justin Bieber para el Guitar Hero), hemos presenciado casi todo el concurso de cosplay, hemos comido en el suelo y he conocido a todo tipo de gente (3 de ellos se han apuntado mi twitter, espero al menos un follow por parte de ellos). Y creo que poca cosa más.








¿Opinión general? Muy petado, estresante, agobiante. Ha ido más gente que el año pasado, pero éso no quita que no me lo haya pasado bien. Realmente la mayoría de los otakus son muy majos, memorables, con los cuales puedes soltarte cualquier parida sin llegar a conocerles (me he soltado en mitad del baño de chicas "soy una atracadora" mientras disparaba con una pistola de juguete). Sí, sin la presión de llevar cosplay me lo he pasado realmente bien.





¿Y cuál será el siguiente? Seguramente el preciado Salón del Manga de Barcelona. En éste sí que llevaré cosplay (mecánica steampunk), aunque bueno, sin presiones ^^ Sí, me lo he pasado muy bien, he hecho un poco de todo (lo que me ha gustado). Ha sido un día agradable, algo agonizante por la cantidad de gente que te ahogaba y la mala olor que te dejaban tras abrazarte pero ha sido una experiencia realmente gratificante. Próximamente los vídeos que hice en el salón (tengo que cambiarlos de formato).


Ja, matane!