domingo, 14 de noviembre de 2010

Cumpleaños/El Desamor de Jaume

Bueno, como muchos habréis sabréis, el día 10 de este mes fue mi cumpleaños y nada, que cumpli 16 años xDD Lo primero que pensé fue "puedo trabajarrrl" xD El día ocurrió normal, con varias felicitaciones de mis amigos y una visita al dentista. Lo más gracioso ocurrió al día siguiente, ya que fue cuando recogí mi graduado (ahora sí que puedo trabajar xDDDDD). Y nada, toda mi vida transcurre como si fuera una espiral infinita, pero que sin embargo, es finita...

También la novedad es que al fin tengo la tableta *OOOO* He estado practicando cuando tenía tiempo libre, y ahora estoy intentando inspirarme con un manga/anime que acabo de descubrir (Yozakura Quartet, el autor es el diseñador de Durarara!). Me encanta el estilo y me gustaría acoplarlo un poco al mío (sobretodo al hacer el pelo y los ojos *babas*).

¿Qué más os puedo contar? Estoy escribiendo menos, of course, ya que entre que tengo que estudiar el doble y el poco tiempo lo aprovecho para dibujar la inspiración se marcha, queráis o no xDD Pero bueno, sigo intentándolo y de momento acabo de retomar la historia del Cegato, la cual me está quedando bastante bien pero un tanto larga (más de 6000 palabras y aún por el nudo de la historia ^^U). ¡Ah sí! También tengo en mente comprarme mañana un par de libros (Canción de hielo y fuego, recomendados por Kami y el final de la trilogía de Crónicas del Mundo Emergido).

Creo que es todo por hoy... ¡Ah no! El día 27 voy a celebrar mi cumple e_e e invitaré a mis amigos al cine a ver la de HP7, será duro esperar a verla después de una semana de ser estrenada, pero hay que ser fuerte, vaya que sí!

Os dejo con un relatillo corto que hice mientras estudiaba valenciano ;D (sí, he roto mi promesa de no colgar nada hasta no haber acabado ánima).
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El desamor de Jaume

¿Cómo había llegado a aquella situación? Era la única pregunta que rondaba por mi cabeza. Los momentos pasados desaparecían en mi mente y la imagen grotesca que tenía delante era lo que captaba toda mi atención.
Estaba completamente atrapado. Pero esta vez no era por las cuerdas del amor, sino más bien, por unas cuerdas bien reales que me ataban a una silla un tanto incómoda.
-Oh trobador, hacedme el favor de cantarme una canción…
-Me encantaría poder cantarle a vuestra persona -completamente mentira- pero para eso necesitaré mi carboncillo y mi hoja para poder comenzar a componer.
-Si así me componéis una canción, así haré…
La joven dama salió de su habitación en busca de mis objetos personales. En realidad, no necesitaba para nada todo aquello, pero tal vez pudiera escaparme de aquella comprometida situación en la cual me había metido. Intenté aflojar las cuerdas que me apresaban, pero nada. Estaba cada vez más asustado.
¿Cómo podría yo, Jaume de Gàbia, componerle una canción a semejante esperpento?
Todo había sucedido esta mañana, cuando me dispuse a salir de mi hogar para inspirarme y pensar en mi verdadera amada. Mi plan era componer hasta el mediodía en el prado y después hacer algunas compras en la ciudad de Valencia, y de camino a mi ciudad fue cuando me encontré con Gabriela de Alcoi.
En un principio me asusté, pensaba que Dios no podría haber creado semejante monstruo. Yo tenía la concepción de que todas las mujeres eran bellas -cada una a su estilo- unas más que otras, pero Gabriela… Gabriela no tenía nada de hermosa. Gabriela era una noble del pequeño pueblo de Alcoi que habíha venido junto a sus padres a visitar lo que era hoy en día el centro de toda la economía y sociedad, además de asistir al concurso de canciones al cual yo pretendía presentarme.
Su reacción fue completamente opuesta a la mía. Ella se maravilló al verme y por decirlo sútilmente, me agarró del brazo y me arrastró hacia el castillo que había alquilado su familia. Desde el mediodía me ha tenido retenido.
Desea que le componga varias canciones, con un señal y todo. Pero no puede ser. Porque yo ya he escogido a mi amada, a la mujer de la cual me inspiro, a la mujer la cual pienso que es perfecta.
Los cabellos rubios oscuros de Gabriela se veían desde el fondo del pasillo. Comencé a asustarme, no podía escapar después de todo. Entonces, mientras venía, me fijé en como el vestido escondía a presión su… ancho cuerpo. En un momento u otro aquello desaparecería, dejando a la noble completamente desnuda y a mí con una imagen horrible durante el resto de mi vida.
Me agarró con sus enormes brazos y me volvió a suplicar por la canción. Yo, con voz temblorosa seguía diciéndole que no podía. Pero esta vez no tenía la capacidad de poner más excusas, ¿cómo podría escapar pues? Pensé en mi dulce amada y dejé que todo fluyera…
-Oh bella amada mía, vos que sois el alimento mío de cada mañana, vuestro aliento es lo único que necesito para respirar y…

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