jueves, 27 de enero de 2011

Ánima Capítulo 13




-¡Eirene! ¡Levántate, que tienes que poner la mesa!
Suspiro cansada y me levanto de la cama, tocando con mis manos las suaves sábanas blancas. Me pongo las zapatillas de estar por casa, me miro en el espejo. No me había dado cuenta de que mi cabello negro iba creciendo y que ya casi me llega por los hombros. Por debajo de mis ojos verdes, unas ojeras grises surcan mi rostro. Se nota que hace días que no duermo.
-¡Eirene! ¿Vas a bajar de una maldita vez?
Sin energías para responderle, bajo por las estrechas y desgastadas escaleras de mi casa. Abro la puerta translúcida de la cocina y me encuentro con mi padrastro. Bueno, en realidad no es mi padrastro, ya que mi madre y él no llegaron a casarse.
-Toma, los cubiertos y el mantel -Ángel pone ante mí todo lo necesario para que ambos desayunemos juntos.
-¿Panceta? ¿Desde cuándo desayunamos panceta? -pregunto confusa al oler el contenido negro de la sartén.
-Quería probar cosas nuevas…
-Ya, bueno…
Tras preparar la mesa, Ángel pone las pancetas ultraquemadas en dos platos, las deja en la mesa y toma asiento. Yo de pie, me quedo mirando lo que es mi desayuno.
-¿De verdad estás pensando en que voy a tomar eso? -le doy la espalda, pretendiendo irme para el instituto-. Ya me compro algo en el instituto…
-¡MALDITA SEA EIRENE! ¡SIÉNTATE DE UNA PUTA VEZ Y TÓMATE EL DESAYUNO!
Ángel había gritado con tanta furia como siempre, por eso no le respondo. Doy media vuelta y tomo mi asiento. Miro con asco la panceta negra y comienzo a tomarlo, seguramente al salir de aquí lo tendré que potar en el aseo. Está asqueroso.
-¿Hoy vas en autobús también?
-Sí -hay una buena razón para que me tenga que ir todos los días en autobús, y es que Ángel…
-Vete, te quedan diez minutos.
Al fin puedo levantarme de la mesa y marcharme de la casa de Ángel. Agarro mi mochila y salgo corriendo de su casa tanto como puedo, me tiembla todo el cuerpo mientras que me esfuerzo para aguantar mis lágrimas. Me da lo mismo tener que esperar con todo el frío a que llegue el autobús, soporto cualquier cosa antes de estar en su casa.
Bajo de las nubes cuando escucho al conductor llamarme por mi nombre. Reacciono rápido, entro en el autobús y me siento por el fondo, alejada de la gente que no quiero escuchar por las mañanas. Noto sus miradas sobre mí, como siempre. Pero gracias a la ayuda de una persona muy importante para mí, he sabido hacerles frente y hacer como que no existen.
Las clases pasan rápidas, sin darme cuenta de que ya ha pasado más de medio día. Cansada y sin querer regresar a casa, decido ir andando en vez de subir en el autobús. Ando y ando con desgana. Observo la ciudad en la que vivo, siempre la misma… Tan inmutable ella sola.
Entonces, a dos calles de la casa de Ángel, comienza a llover. Hoy se me ha olvidado el paraguas y solamente me puedo cubrir con la capucha de mi fina chaqueta. El frío y la humedad penetran en la chaqueta y llegan hasta mi piel.
Mi cabello negro está pegado a mi rostro, y cuando llego hasta la puerta de casa, al abrirme la puerta, Ángel me mira con cara de sorpresa y enfado.
-Hoy no has venido en autobús Eirene -me deja entrar a casa-. ¿Por qué?
Me deshago de la mochila, dejándola en el suelo y voy directa al baño para secarme el pelo.
-No sé…
-¿Por qué Eirene?
Decido no responderle, creo que él sabe perfectamente la razón.
-¡JODER EIRENE! ¿POR QUÉ NO HAS VENIDO HOY EN AUTOBÚS? ¿Acaso eres tan idiota como para no responderme esta sencilla pregunta?
Está en la puerta del baño, mirándome con aquellos ojos que tanto me daban miedo. Como acto reflejo, suelto la toalla azul y mientras cae al suelo, Ángel me golpea en la cara fuertemente, con la mano extendida. Aguanto las ganas de llorar -no sé por qué todavía no me he acostumbrado-.
Me mira con cara de asco y se va a la cocina, donde siempre medita y consigue calmarse. Y yo ahí, en el baño, sola, sin ningún apoyo, comienzo a llorar a lágrima viva. No lloro por el dolor del golpe, sino por el dolor que siento en el corazón.
¿Por qué mamá tuvo que morir?
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¡Ya era hora! Un nuevo capítulo de Ánima, aunque al final perderé la esperanza y dejaré de escribirla debido a la gran "expectación" que provoca D: No sé, me parece realmente una historia interesante y que poco a poco la voy haciendo psicológica, aún encima hago los capítulos corticos para no haceros perder el tiempo. ¡Animaos a leerla! xD
PD La imagen de arriba es un boceto que hice hace poco... Es un pequeño spoiler sobre el camino que tomará Ánima a partir de ahora. Y no, el chico con el que se encuentra Eirene no es Michael... ¿Quién será? (Un tío bueno e_e)

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